Por Hernán Couste
Dentro de las sorpresas que Malargüe tiene para quienes la visitan, Manqui-Malal es el destino de cientos de escaladores que año a año visitan el lugar para hacer tanto escalada como rappel ya que las paredes cuentan con más de 40m de altura, también se puede disfrutar el invierno y realizar trekking blanco en la nieve.
Este sitio es de paso obligado ya que esta de camino a Caverna de las Brujas y allí hay un restaurant donde se degustan muy buenos chivitos, además el lugar cuenta con dormis y camping.
Fuimos muy bien recibidos por nuestros anfitriones, quienes nos ofrecieron un café con masas de miel que serviría para templarnos antes de nuestra primera caminata. Junto a nuestro guía iniciamos el recorrido a través de los senderos que llevan hacia la primera cascada, un dato para tener en cuenta es que el lugar se encuentra rodeado por grandes paredes llamadas Bardas de origen marino, que fueron elevadas por la orogenia andina lo que hace posible encontrarnos con restos fósiles, amonites y bivalvos, estas tierras fueron en la prehistoria playas tropicales, y las sucesivas capas de rocas nos cuentan la sucesión de eras, como si tuviéramos frente a nuestros ojos una línea de tiempo a escala real.
Llegamos a la primera cascada, una vista espectacular donde cada uno se tomó su tiempo para explorar los recovecos de las cavernas detrás de la cortina de agua, no faltó oportunidad de probar el agua mineral que fluye de los deshielos.
Haciendo un alto al mediodía tuvimos ocasión de probar algunas de las delicias regionales, algunos optaron por un chivito asado al estilo local con un sabor y una textura inigualable, acompañado de papas rústicas, otros eligieron un excelente guisado de vegetales y legumbres, como no podía ser de otra manera todo estuvo acompañado por los clásicos varietales.
Luego de la pausa del almuerzo llegó el momento de ir a conocer a la segunda cascada, ya familiarizados con la caminata partimos con el grupo y conocimos nuevos recovecos por donde los arroyuelos serpentean, pasamos por la Piedra Energética, muy buscada por personas de todo el mundo que llegan hasta Manqui-Malal para energizar sus espíritus, un magnífico rincón donde resuena el murmullo de pequeñas cascadas.
Llegamos a la cascada y una vez más algunos decidimos escalar hasta la caverna que se formó debajo de ella, a diferencia de la anterior pudimos ver un pequeño lago en su interior, y también estalactitas en plena formación.
El paisaje es majestuoso y se puede sentir el contacto con la Naturaleza a cada momento, nos despedimos de este magnífico lugar esperando regresar pronto mientras retornábamos a Malargüe por la Ruta 40 contemplando la grandeza de la Payunia a nuestro lado.
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