Cuando el frío aprieta y la rutina se impone, no hay nada mejor que elegir el mejor lugar para escapar y pasar unos días únicos y diferentes. Hoy te proponemos instalarte en la exuberante selva misionera, rodeado de plantas y flores tropicales, en un hotel situado en el límite con el Parque Nacional Iguazú.
De la mano de Les Amis, en esta nota te contamos más:
La experiencia de sentirte inmerso en una de las siete maravillas de mundo hace especial cualquier recorrido que realices en este destino, y por supuesto, el primer imperdible será una visita a las Cataratas del Iguazú.
Los sentidos se agudizan en contacto con la naturaleza más pura, mientras se recorren las pasarelas, la vista va variando, en emoción y sonido, y las cataratas nos hipnotizan con su presencia, imposible no sentir el impacto de esa inmensidad en nosotros, en un entorno que nos envuelve en una cálida bruma y el verde intenso de la vegetación.
Los paseos dentro del parque son todos increíbles, por supuesto acceder a la Garganta del Diablo en el trencito es mágico, pero también podés poner tu adrenalina a full llegando hasta la caída misma de los saltos en lancha. No pierdas la oportunidad de desplazarte por el parque con tranquilidad, vale la pena detenerse a observar la flora y la fauna del lugar, coatíes y monos seguramente lucirán sus piruetas en los árboles para saludarte.
Un punto aparte merece la Isla San Martín, también dentro del parque, a la que podés acceder mediante visitas guiadas, sus costas de arena y piedras negras, junto a la exuberante selva misionera deslumbran por su belleza. La excursión para llegar a ella es a bordo de lanchas, en una verdadera aventura en la que ascendiendo altas escalinatas hacia miradores, lograremos vistas increíbles de todos los saltos de las Cataratas.
Puerto Iguazú cuenta con la particularidad de integrar la triple frontera, entre Argentina, Brasil y Paraguay, junto con las ciudades vecinas de Foz de Iguazú (Brasil) y Ciudad del Este (Paraguay), este único circuito agrupa costumbres y tradiciones de los tres países en un equilibrio llamativo y dinámico, vale la pena recorrer y descubrir tanto la gastronomía como las artesanías locales. En Puerto Iguazú es un imperdible caminar con la Avenida Río Iguazú, paseo por las orillas del río en el que te deslumbrarán los atardeceres.
La rica historia que cuenta la triple frontera se puede vivir en un paseo por las Ruinas de San Ignacio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En cercanías de Puerto Iguazú, el paseo dura todo el día, y como broche de oro, el espectáculo de luz y sonido, al anochecer.
El asombro no tiene límites al conocer otro de los atractivos recomendados de la zona; las Minas de Wanda, ubicadas a 40 kilómetros de Puerto Iguazú. Este yacimiento de piedras preciosas, cuenta con gemas y cristales de cuarzo, amatista, topacio y ágatas, entre otras.
La particularidad de este yacimiento es que es “a cielo abierto”, prácticamente al ras de la tierra, por lo que el paseo es accediendo literalmente a la formación. El recorrido es muy interesante y te deslumbrarás con cada una de las piezas que se encuentran.
Conocer la cultura y las tradiciones de la zona es parte imperdible del recorrido, por lo que te recomendamos visitar las comunidades aborígenes de Yriapú y Mbororé, las comunidades ofrecen artesanías propias del pueblo guaraní, dispuesto a compartir con el turista su modo de vida.
Cataratas es el destino argentino por excelencia que deslumbra a turistas del mundo entero, un destino para descubrir y visitar asiduamente.