La Ruta del Vino de Salta se caracteriza por sus escenarios enmarcados en paisajes, sus poblados históricos rodeados de viñedos y bodegas que se mezclan en verdaderas postales.
En estos parajes la cepa del Torrontés es un sello que identifica a la región, se trata de un vino blanco con intenso aroma y sabores frutados con un desarrollo único en suelo salteño que la conviernen en la uva blanca insignia de nuestro país.
Hoy en día los viñedos se extienden por más de 3300 hectáreas entre los departamentos de Cafayate, San Carlos, Cachi, Molinos y La Viña. Zonas óptimas para el cultivo y producción del Torrontés y otras cepas como el Cabernet Sauvignon, Malbec, Tannat, Bonarda, Syrah, Barbera y Tempranillo con lugares y paisajes muy llamativos como los de la Quebrada de las Flechas, Quebrada de las Conchas y pueblos centenarios con una enorme riqueza cultural que se expresa en su música y artesanías.
La calidad y particularidad de los vinos salteños de altura son el resultado de la combinación de las condiciones privilegiadas del terruño y de la innovación tecnológica, sumadas a la dedicación y el conocimiento de los productores.
Uno de los factores más influyentes es la altura de los valles en los que se encuentran los viñedos. Esto no sólo favorece la gran amplitud térmica, sino que los rayos solares son más intensos y el aire, más puro y seco. La conjunción de estos factores sumados a las características peculiares del suelo y sus componentes, permiten lograr vinos de gran carácter, fuerte personalidad y excelente calidad, con aromas, colores y sabores distintivos.
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