Si alguna vez has visitado Argentina, sabrás que a los argentinos les encanta el asado, el mate y el dulce de leche. Pero, ¿sabías también que a los argentinos les encanta hablar? Forma parte de su cultura, casi está impreso en su ADN.

Si vas a hablar español con un argentino como yo, entender el lunfardo local es clave: prevalece en la conversación informal y está aquí para quedarse. Exploremos la jerga y el lenguaje corporal argentinos para que puedas encajar perfectamente

Los dos elementos clave que definen el argot argentino son el lunfardo y el lenguaje corporal. El lunfardo se refiere a las palabras o frases del argot que se originaron en las clases bajas de Buenos Aires a principios del siglo XX. Además de las palabras del lunfardo, los argentinos utilizan muchas expresiones idiomáticas propias de esta región. A menudo se usan palabras como por ejemplo, «cheto» o «gato/a».

En cuanto al lenguaje corporal, ¡a los argentinos les encanta hablar con las manos! Los gestos son expresivos y significativos; pueden ayudar a transmitir un sentimiento o incluso toda una historia con un solo movimiento. Algunos gestos habituales son poner los ojos en blanco cuando alguien dice una tontería o señalar con el dedo índice hacia arriba cuando se cuenta algo emocionante. Además de estos gestos más sutiles, los argentinos también hacen movimientos más exagerados, como agitar los brazos cuando intentan explicar algo importante o levantar las manos cuando se sienten frustrados por algo.

Como puedes ver, conocer el lunfardo argentino en profundidad es toda una odisea.

¿Qué es el lunfardo?

El lunfardo es un dialecto particular del español argentino que se originó a finales del siglo XIX entre las clases bajas de Buenos Aires. Hoy en día se utiliza mucho, sobre todo en ambientes informales, como conversaciones callejeras y bares, tanto por los lugareños como por los visitantes. El lunfardo se compone principalmente de palabras de argot que se han adoptado de diferentes lenguas, como el italiano (sobre todo el toscano) y el francés. Algunos ejemplos son «porteño», que se refiere a alguien que es de Buenos Aires; «pibe» para niño o joven; «cheto/a» para gente rica; y «laburo» para trabajo.

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Visiting Argentina Manager
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