El Día Internacional de la Limpieza de playas se celebró el pasado 15 de septiembre, y durante esa jornada 535 voluntarios se desplazaron por 81 hectáreas de arena en la costa de la provincia de Buenos Aires, recolectando basura y limpiando las playas. En conjunto con Fundación Vida Silvestre e importantes ONG del partido de la costa, se realizó también el 3° Censo de Basura Costera.

Los resultados de dicho censo fueran realmente alarmantes, ya que, de 43.673 residuos no orgánicos, el 82% son plásticos, entre los cuales se encontraron tapitas, botellas, colillas de cigarrillos y bolsas, entre otros.

Las localidades censadas, dentro de 813.554 m2 de playa, fueron Bahía Blanca, Mar del Plata, Necochea, San Clemente, Arenas Verdes, Arroyo Pareja, Claromecó, Pehuen- Co, Punta Lara, Punta del Indio, Mar de Cobo, Reserva Mar Chiquita, San Clemente, Santa Teresita, Villa del Mar y Villa Gesell.

Además de la basura que la gente deja en las playas, hay basura que llega al mar a través de los sistemas de drenaje, por ejemplo, las bocas de tormenta, por lo que el porcentaje se incrementa considerablemente, siendo altamente perjudicial para el ambiente marino y aquí la comparación es pertinente: En todo el mundo, según estudios realizados, arrojamos al mar entre 5 y 13 millones de toneladas de plástico al año, esto equivale a un camión de basura arrojando su carga completa al mar cada un minuto. Terrible.

Es por este motivo que desde la Fundación Vida Silvestre Argentina se destaca la importancia de realizar los censos de basura marina, a través de los cuales se tiene conocimiento de la composición de la basura que llega a las costas, con el fin de identificar y proponer soluciones a dicha problemática, por ejemplo la promoción de separación de residuos, el reciclado por parte de los municipios y el eficaz tratamiento de la basura para evitar que termine su recorrido en el mar, mejorando los drenajes pluviales, todas acciones que favorecerían a la reducción de basura en el mar.

Para llevar estas acciones a cabo es necesario el compromiso de la población, además del trabajo de los municipios, tanto en concientización como en la práctica. La iniciativa personal e individual de cada persona colabora en que se realice un cambio a nivel poblacional, hábitos nuevos para reducir el consumo de plástico traerán consigo nuevas políticas del manejo de la basura.

Son muchos los voluntarios que, al realizar el censo, tienen por primera vez un acercamiento con el cuidado del medio ambiente, aprendiendo su problemática y tomando contacto con los residuos, identificándolos.

Las cifras que arrojan los estudios sobre el tema son elocuentes; para 2050, en todo el mundo, habrá 12.000 millones de toneladas de plásticos que terminarán en el ambiente y, si tenemos en cuenta el consumo de plásticos que se produjo entre 1950 y 2015, los números son impactantes; se generaron 6.300 millones de toneladas de basura plástica, de las cuales casi 5.000 millones aún están en el ambiente. Aterrador.

Fuente: Fundación Vida Silvestre Argentina

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